Eva García empezó como Procuradora en 1995, en Santa Coloma de Farners y actualmente también desarrolla su actividad en Blanes y Girona. Es vocal del Consell de Col·legis de Procuradors de Catalunya y Vicedegana del Col·legi de Procuradors de Girona.

-¿Qué responsabilidades asumís?

Somos profesionales del Derecho que inter­actuamos entre el abogado y el Juzgado para asegurar la buena marcha de un pleito, interviniendo en cada una de sus fases. Conseguido el resultado deseado, procuramos que nuestro cliente se vea resarcido o recompensado íntegramente en fase de ejecución. O en caso de que seamos nosotros quienes debamos resarcir o recompensar, nos aseguramos que se actúe con rigor y no se produzcan abusos.

-Sois quienes facilitáis los trámites.

El abogado es el director del procedimiento, decide la estrategia de defensa, y a veces consulta con el procurador el trámite óptimo, puesto que nosotros, además de procesalistas, tenemos la radiografía del juzgado donde irá esta demanda o aquella ejecución, y conocemos el criterio del juez o del letrado de la Administración. Debemos ser grandes conocedores del Derecho Procesal para favorecer, en cada una de las fases de un procedimiento, que se cumplan los plazos, requisitos y garantías, reclamando todos los días agilidad y rigor profesional a los diferentes órganos judiciales.

-Me imagino vuestro día a día…

Gestionamos diariamente una media de 80 y 120 notificaciones y de 50 a 70 escritos que han de cumplir unos requisitos legales de tiempo y forma complejos. Los registramos en un programa de gestión actualizando la cronología del pleito y tomando nota del paso procesal siguiente, como un juicio, un acto de comunicación, un lanzamiento, un recurso… siempre dentro del marco implacable de los plazos. Éstos marcan el límite de la responsabilidad del procurador. Un escrito fuera de plazo por causa imputable a un procurador puede ser causa de responsabilidad, cuanto menos civil, y la repercusión económica puede estar a la altura del “quantum” del pleito si la negligencia ha condicionado el resultado. Para evitar estos incidentes, además de una póliza de seguro obligatoria, hemos desarrollado una metodología basada en avanzada tecnología y en la perseverancia diaria.

-¿Cuál es el futuro de los procuradores?

Al haber adquirido competencias públicas con los actos de comunicación, estatutariamente nos convertimos en colaboradores de la Administración de Justicia, pudiendo actuar ante la sociedad como el mismo Juzgado, por delegación y bajo el control del letrado de la Administración. Aquí se abre un interesante abanico de posibilidades, sobre todo en el campo de la ejecución, la gran asignatura pendiente. Se ejecutan menos del 40% de las sentencias que se dictan, la Justicia va a remolque de la realidad social, el justiciable queda insatisfecho y las empresas son menos competitivas. En este sentido, los procuradores nos ofrecemos como solución. Reclamamos más competencias para que la ejecución gane efectividad, se evite el colapso, el justiciable se vea resarcido y las empresas inviertan con mayores garantías.

-¿Existe intrusismo en esta profesión?

Hay un intento de desprestigiar al procurador. Algunos sectores opinan que lo puede hacer el abogado, pero ciertamente no lo hace. Intervenimos en tantas facetas que si no existiéramos, nos tendrían que inventar. Contamos con el aval de confianza de todos los estamentos. Cada uno en su parcela profesional hacemos una Administración de Justicia mejor.